Los Alazanes de Granma

Por René Rivero Díaz

Los Alazanes de Granma cabalgarán en la 51 Serie Nacional para intentar acceder a las semifinales de la temporada y responder al reclamo de sus prosélitos.

Creados en 1977, los Potros del Río Cauto esculpieron yna historia de papeles secundarios por la falta de conexión entre sus hombres, lagunas en las líneas defensivas y la discreción del pitcheo.

A pesar de ello, los granmenses enarbolan la imagen del extorpedero Agustín Arias como paradigma del pelotero sur oriental, aunque con el paso de los años el pedestal de la gloria acogió a los hermanos Pablo y Víctor Bejerano.

Plagados de soldados desconocidos durante décadas, los Alazanes lograron incluir en el sitial de sus estrellas a los lanzadores Ernesto Guevara Ramos, Ciro C. Licea, Alfredo Fonseca, Manuel Vega y Misael López.

En la actualidad un talentoso jugador capitanea las ilusiones granmenses. Alfredo Despaigne, propietario de la marca de cuadrangulares para una temporada, es hoy uno de los artilleros más temido en las batallas del principal espectáculo deportivo de la isla en la actualidad.

De sus timoneles, el de mayor relevancia es Carlos Martí, aunque los golpes del destino le han obligado a entregar el mando a Ramón Rodríguez, Marcos Fonseca, Osvaldo Avilés y ahora al debutante Ángel Ortega Liens.

Acorralado en los dilemas visuales de la pelota cubana, el club granmense vivió durante los primeros 13 campeonatos de su existencia sin un logotipo que los diferenciara del resto de los adversarios.

No fue hasta los años noventa del siglo XX, que la camisa de los Alazanes mostró la campana del ingenio La Demajagua, sitio donde Carlos Manuel de Céspedes lanzó el 10 de octubre de 1868 el grito de independencia contra España.

Tras la renovación iniciada en 1998, la campana libertadora fue desplazada por el yate Granma, embarcación utilizada por Fidel Castro y sus hombres para desembarcar el dos de diciembre de 1956 en Playa las Coloradas, y el cual le da nombre a la provincia.

Investigadores de los iconos del Béisbol antillano, coinciden en que el apelativo de Alazanes apareció con la apertura de la presente centuria, y solo cumple función verbal porque nunca lo han divisado en la chamarreta local.
La Real Academia de la Lengua Española aclara sobre el vocablo que se dice especialmente de un caballo o de una yegua, que tiene el pelo alazán (de color más o menos rojo, o muy parecido a la canela).

Quizás por esa razón, en el torneo de 1990-91, Granma abandonó el color verde de su uniforme por el al rojo-azul, aunque retomó el tono inicial, para luego asumir el rojo y decidirse al final por el azul cielo-rojo.

Para caballeriza principal los Alazanes escogieron el estadio Mártires de Barbados, ubicado en la ciudad de Bayamo, el cual fue abierto el dos Diciembre de 1956 con un partido entre Palma Soriano y un equipo local.